sábado, 8 de marzo de 2014

Aclarando conceptos

La Escuela de Ingeniería de Telecomunicación (EIT) de la Universidad de Vigo (UVigo) tiene un programa denominado Plan de Acción Tutorial (PAT), que está destinado a los alumnos matriculados por primera vez en el centro.


Vista parcial de la EIT-UVigo. Foto: ESS; noviembre 2013

El PAT está a cargo de profesores que aceptan voluntariamente actuar como tutores de los alumnos de nuevo ingreso. En dicha tarea, y dado que hay menos profesores que alumnos interesados en tomar parte en el PAT, cuentan con la ayuda, también voluntaria, de alumnos ya veteranos en el centro. El objetivo del PAT es proporcionar, en la medida de lo posible, el soporte que puedan necesitar los nuevos estudiantes en cuanto a orientación curricular, técnicas de estudio, relaciones con los profesores, etcétera.


Vista parcial de la EIT-UVigo. Foto: ESS; julio 2012

X es uno de los profesores que participa en el PAT. Con objeto de ser de mayor utilidad a los alumnos a los que está asignado como tutor, se le ocurrió preguntarles por sus opiniones acerca de una serie de temas. Ahora bien, en lugar de emplear el método clásico de las encuestas, encargó a sus alumnos ayudantes que mantuvieran una serie de charlas informales con los tutorandos. Suponía que la relación directa entre alumnos sin la presencia del profesor supervisor y la falta de rigidez de una charla distendida le proporcionarían más información aprovechable que si recurría a los métodos convencionales. Y, al parecer, logró su propósito. Lo malo fue que algunas respuestas le causaron una profunda sorpresa, ya que constituían una alteración radical en los conceptos que él tiene asumidos desde hace muchos años.

Una de las declaraciones que obtuvo fue que, según la perspectiva de un alumno, la universidad debe interferir, con sus requisitos en materia de exámenes, trabajos, o asistencia a clase, lo menos posible en el tiempo libre de los estudiantes. X no supo qué pensar de tal declaración de principios. Al final, llegó a la conclusión de que el alumno consideraba que su actividad principal era disfrutar de la vida y que los estudios son un mal que hay que soportar por imperativos sociales; algo así como ir al dentista cuando se tiene una muela picada. Peor todavía, si ésa es la forma de pensar de un cierto porcentaje de alumnos (X tiene motivos fundados para creer que hay más alumnos que secundan la declaración de principios aludida), cabe preguntarse acerca de qué esperan esas personas de la vida en general y de la universidad en particular. Y ¿qué pinta un profesor si sus alumnos piensan mayoritariamente de esa forma?

En las manifestaciones y protestas estudiantiles siempre sale el latiguillo de "enseñanza pública, gratuita y de calidad". ¿Para qué?; ¿para cobijar a individuos como el protagonista de esta historia? ¿No va siendo hora de que los profesores recurran a las manifestaciones y protestas para reclamar alumnos responsables y de calidad? Tal vez sería conveniente que alguien se tomase la molestia de aclarar estos conceptos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

¡A ver qué vas a decirme! Espero que me guste, porque si no ...